Prólogo

Las páginas de este libro ven la luz en un momento de la vida política especialmente sensible, y en el que la reflexión ciudadana sobre los asuntos que afectan nuestra convivencia está en las mentes de todos nosotros. Estas páginas tratan de algo que no debiera escapar a nuestra reflexión por ser su contenido materia que regula el ejercicio de la convivencia civil en cualquier sociedad y de los derechos esenciales en el caso de las sociedades democráticas. Coincide esta edición con el desarrollo de las elecciones autonómicas y municipales en España. Y como los politólogos convienen, tales consultas -a diferencia de las generales- afectan, de modo muy directo, a cuestiones que a veces se consideran «menores», como la condición de nuestra vida cotidiana, la definición y características de nuestro hábitat, la  calidad y naturaleza de los servicios públicos… Los programas de los partidos plantean propuestas dispares sobre unos y otros aspectos de la gestión de las competencias autonómicas y locales. Pero, curiosamente, ninguno abre un debate radical sobre la esencia misma del Urbanismo, la revisión del concepto y a dónde nos conduce en el futuro el estado de la cuestión.
El contenido del presente trabajo atiende a la necesidad de plantear y desarrollar, en lo posible, una reflexión sistemática sobre la naturaleza de una practica jurídica, política y altamente eficaz, que se ampara en una cobertura de asepsia técnica y eficacia instrumental en la que casi todo el mundo parece estar de acuerdo. Por lo menos en lo que se refiere a justificar la necesidad de su existencia como una pieza más y no la menos importante de aquellas que regulan nuestro sistema de convivencia. Me estoy refiriendo a las practicas urbanísticas, y por extensión a esa disciplina que llamamos Urbanismo.